
Si un pasajero actúa de ese modo, ahora luego del accidente del avión de Gol, necesariamente hará una evaluación diferente. El tema es que la accidental colisión entre un avión grande y un chico, produce que el chico pueda seguir volando hasta alcanzar un aterrizaje de emergencia y salvar a su tripulación y sus pasajeros. El avionazo, capota.
Es que nos han engañado entonces. Lo más seguro para vuelos internos, es volar en aviones más pequeños y maniobrables que en aviones comerciales que incorporan toda la tecnología pero que no resisten a un impacto con una aeronave menor. Esta es la lógica más pura y simple. A partir de aquí pueden surgir mil y una explicaciones pero nadie puede cuestionar que este razonamiento estriba en la extrema vulnerabilidad del Boeing.
Ojo. Nos deben una profunda y convincente explicación.
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