“Ser mujer es lo mejor que te pudo pasar”, luego, ser hombre –en el mejor de los casos- no es lo mejor que nos pasó. Podemos llegar a ser medianamente felices pero siempre habrá algo que no tornará completa la dicha de vivir como hombres. Del mismo modo que “Si papá” ofende a las mujeres, Buscapina ha venido a insertar un disparate publicitario, una estupidez que busca congraciarse con su público meta, al precio de menoscabar la esencia de la virilidad.
La diferencia radica en que no vamos a salir a pedir que se abandone el consumo del medicamento hecho a base de N-Butilbromuro de Hioscina, como hicieron los movimientos femeninos paraguayos. No.
No llega hasta ahí nuestra reacción. Más bien advertimos a las mujeres de los efectos colaterales indeseables de Buscapina, extremadamente peligrosos en algunos casos y les señalamos que la propia letra chica del prospecto del medicamento dice que:
“BUSCAPINA no debe usarse en pacientes que sufren las siguientes enfermedades específicas: Miastenia gravis (enfermedad de los músculos), megacolon (enfermedad del intestino grueso). Tampoco debe usarse en caso de hipersensibilidad o alergia a Hioscina N butilbromuro o cualquiera de los componentes enumerados en la fórmula”.
Reacciones adversas:
BUSCAPINA puede ocasionalmente producir visión borrosa, sequedad de boca, reducción de la sudoración, aumento en la frecuencia cardíaca (taquicardia) y potencialmente, retención urinaria. Muy raramente se han observado reacciones alérgicas en la piel, y dificultad al respirar, observándose en casos aislados llegar hasta episodios de shock.
Interacciones:
Si Ud. se encuentra tomando alguno de los siguientes medicamentos: medicamentos para el Sistema Nervioso Central (antidepresivos tricíclicos, amantadina, metoclopramida), medicamentos para el asma (agonistas beta adrenérgicos), medicamentos cardiovasculares (quinidina), medicamentos antialérgicos (antihistamínicos) deberá consultar a su médico antes de usar este medicamento.
Si Ud. está tomando algún medicamento, o está embarazada o dando de mamar, consulte a su médico antes de ingerir este medicamento.
En suma, si lo mejor que te pudo pasar es ser mujer y tenés que usar supositorios Buscapina ¿en qué quedamos? ¿eh?
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sábado, octubre 21, 2006
jueves, octubre 19, 2006
Crónica de una estupidez paraguaya: Llegan las primeras 75 ton., de carne importada por el país agrícola-ganadero
La decisión de importar carne ha sido tomada sin que medie la existencia de un caos producido por alguna enfermedad, el aniquilamiento de los hatos ganaderos paraguayos, o como resultado de un desastre natural, salvo que así sea denominado el desastre que conlleva la decisión.
La vida es posible sin carne. Lo dice un carnívoro que disfruta de las mil y una formas de deglutir músculos vacunos asados. El nuestro es un país en el que la hipertensión causada por el exceso de consumo de carne, produce más muertes de lo que uno se imagina y que por ende está obligado a buscar alternativas y alterar sus destructivas costumbres alimentarias.
¿Para qué tenemos organismos de salud pública que frecuentemente alertan sobre el exceso en el consumo de carne y de sal? ¿Para qué existen facultades especializadas en las ciencias de la nutrición si no van a lanzar campañas de reeducación de la población a fin de preparar sabrosos, cuan nutritivos platos si la presencia de la carne.
Importar carne es una barbaridad cometida por políticos que buscan sacarse de encima de una manera facilista y antipatriota, un problema que tiene que ver con los vicios de la cultura alimentaria paraguaya que manifiesta un perverso apego a un producto que hoy tiene un precio elevado, aquí y ni qué decir en el país de donde provienen las importaciones.
Otra cosa, este operativo, sólo es posible en función de una lamentable distorsión de la política cambiaria que mantiene artificialmente fortalecido al guaraní frente al dólar. Las autoridades están dando una muestra de estupidez. Un mal ejemplo que nos va a llevar a importar maíz para la producción de chipá y sopa paraguaya.
Es para morirse de vergüenza.
La vida es posible sin carne. Lo dice un carnívoro que disfruta de las mil y una formas de deglutir músculos vacunos asados. El nuestro es un país en el que la hipertensión causada por el exceso de consumo de carne, produce más muertes de lo que uno se imagina y que por ende está obligado a buscar alternativas y alterar sus destructivas costumbres alimentarias.
¿Para qué tenemos organismos de salud pública que frecuentemente alertan sobre el exceso en el consumo de carne y de sal? ¿Para qué existen facultades especializadas en las ciencias de la nutrición si no van a lanzar campañas de reeducación de la población a fin de preparar sabrosos, cuan nutritivos platos si la presencia de la carne.
Importar carne es una barbaridad cometida por políticos que buscan sacarse de encima de una manera facilista y antipatriota, un problema que tiene que ver con los vicios de la cultura alimentaria paraguaya que manifiesta un perverso apego a un producto que hoy tiene un precio elevado, aquí y ni qué decir en el país de donde provienen las importaciones.
Otra cosa, este operativo, sólo es posible en función de una lamentable distorsión de la política cambiaria que mantiene artificialmente fortalecido al guaraní frente al dólar. Las autoridades están dando una muestra de estupidez. Un mal ejemplo que nos va a llevar a importar maíz para la producción de chipá y sopa paraguaya.
Es para morirse de vergüenza.
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