Ya en dependencias policiales la mujer relató que hace seis meses había regresado de Chile, donde fue a trabajar por unos años, juntó una buena cantidad de dinero para seguir viviendo con Gómez Lovera.
Agregó que utilizó el dinero que había ahorrado en los años de sacrificio en la compra de un terreno en la zona del Botánico, donde edificó una casa en la que estaba viviendo con Miguel y su hijo.
El le dijo Vete!
Allá ellos, comenzaron las diferencias y Miguel le comunicó que la llama del amor se había apagado. En medio de gritos cada vez más nerviosos le expuso con mucha claridad que estaba exhausto el combustible capaz de mantener viva la pasión y expuesta la situación, fue arrojada a la calle con us pertenencias y con el hijo. Presa de la desesperación, tomó una decisión que felizmente fue abortada.
En estos momentos, la mujer recibe atenciones de especialistas, seres queridos y orgnizaciones de la sociedad civil que la reconfortan y ven la forma de que pase el mal trance y retorne lo más pronto posible a una vida normal.