lunes, octubre 09, 2006

Por fin supimos y se lo venimos a contar: El pororó explota porque tiene agua adentro. Nada más que por eso

El pororó, pipoca o palomita de maíz tiene la particularidad de reventar en aceite caliente y desaparecer entre las mandíbulas de los cineastas. Con relación a lo primero, tenemos la respuesta, no así con relación a lo segundo.

En contacto con el aceite caliente, el agua que se encuentra en el interior del maíz pisingallo (o avatí pichingá, en guaraní) tiende a evaporarse y al hacerlo se expande ejerciendo una fuerza centrífuga que presiona contra las paredes externas mucho más duras del grano hasta que explota al romperse la pared externa en el punto débil, lo que viene a demostrar cabalmente que el pororó tiene puntos débiles como cualquiera de nosotros.
La explosión es tanto más fuerte, según la cantidad de almidón que contiene el núcleo de la semilla y según la dureza del pericardio. Al producirse la explosión, el agua se escapa como vapor y por tener temperatura elevada, sube hacia las capas superiores de la atmósfera donde se integra a las nubes y luego vuelve a caer en forma de lluvia.
No sabemos por qué el pororó atrae tanto a los que van al cine a producir ese desagradable sonido de masticación que interfiere la correcta escucha de los parlamentos de artistas que actúan en los filmes. Como explicación, es suficiente.
Punto.

No hay comentarios: