miércoles, octubre 11, 2006

Esténse atentos que pronto salen a la venta los pandulces de las navidades del 2005

Es bueno que lo sepan. Dentro de poco van a aparecer los pandulces que no se vendieron en las navidades pasadas para venderse ahora como si nada. Como pan caliente. Aguantaron todo un año y no porque se hicieron como Dios manda. Por el contrario, están repletos de químicos conservantes, colorantes, aromatizantes, saborizantes y cancerantes para darle un toque navideño a la vida familiar.

El tema es así: un pan de viena hecho hoy, estará verde antes de 24 horas, pero no de la envidia sino del moho causado por microorganismos felices en un ambiente húmedo. El pan dulce es primo hermano del pan de viena porque pertenece a los panificados de masas blandas, o sea muy húmedas.
No se enmohece por la simple razón de que tiene “conservantes permitidos” según dice en letrita ilegible en algún lugar de la etiqueta ¿Quién los permitió?, vaya uno a saber. El tema es que como embadurnaron la masa de químicos conservantes, aquello hubiera tenido un sabor insoportable pero no.
Todo se arregló con el uso de cantidades industriales de sabores artificiales. Esencias que les llaman. El problema es que con conservantes y sabores artificiales, la masa había adquirido un color amarronado desagradabilisimo pero todo se volvió a solucionar, ¿cómo?, ah!.
Esta vez los intrépidos fabricantes recurrieron a colorantes artificiales también “permitidos”. Muy bien, ya tenemos sabores, conservantes, colorantes químicos. Es preciso disfrazar el aroma a químico por lo que se recurrió a aromatizantes sintéticos, es decir químicos con lo que usted tiene un pan dulce de incomparable aroma, de inmejorable color y de sabor increíble.
Entonces, el pan dulce es una mezcolanza química de padre y señor nuestro, capaz de reventar hígados, páncreas, vesículas y todas las achuras, menudencias humanas que se le pongan en el camino.
Es bueno que lo sepa. Son pan dulces argentinos y brasileños principalmente que vinieron hace un año impulsados por los aires mercosurianos de la integración. No se suele llevar en cuenta pero así ocurre en las navidades. De improviso muere Pepe y vienen los comentarios tipo: “quien va creer que ayer nomás estaba aquí mismo sentado cantando acompañado de su guitarra y hoy está muerto!”.
Otros dirán: “Pobre Pepe, le llegó la hora” y otros mas herejes y blasfemos dirán: “Dios quiso así”. Imaginense, le van a echar la culpa a Dios y van a decir que “se hizo la voluntad del Señor”. Por eso es que nos va tan mal.
Punto.

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