lunes, septiembre 25, 2006

Tegen tecá (respuesta a Pepa Kostianosky)

(esto publico Pepe en su columna de la hoja parroquial de Valle Apuá, respondiendo a Pepa)

Pepa es caté. Venida a menos pero caté. Nadie le puede quitar ese nivel. Cuando toma café, como todo caté, le da al meñique derecho, la curvatura exacta que corresponde a su nivel. No habla con el escarbadiente en la comisura de sus labios ni se suena la nariz con la servilleta. No.

Pero en su comentario metió la pata de pe a pa. Si hay que buscar al que tuvo la idea de inventar una fiesta (de debut) en Paraguay, debe ser para darle un reconocimiento a su incomparable creatividad. Por fin hay algo original de los paraguayos que es exitoso. Las fiestas de debut, son exitosas y deben figurar entre las mejores fiestas que se organizan en el país.

El decorado de los clubes alcanza índices indiscutibles de buen gusto y belleza y es una oportunidad para los decoradores paraguayos puedan demostrar su sentido de la estética. Las fiestas son además un negocio para los grandes cocineros que se lucen con platos exóticos y dietéticos.

Las debutantes guardan un recuerdo imborrable de esa noche, lo mismo que fotógrafos, filmadores y un ejército de modistas que deben confeccionar unos 5 mil vestidos femeninos de gran noche. Todos ellos hacen su agosto en pleno setiembre. Las fiestas de debut, distribuyen riqueza por la vía de un buen remunerado empleo de confeccionistas y bordadoras que hacen los trajes tipo “Sissi”.

Pero ¿acaso las novias no se visten de Sissi y nadie se rasga las vestiduras por eso?. Los trajes de novia son tipo Sissi y si se va a cuestionar a las jovencitas que van con sus cicatrices vestidas de Sissi, seamos justos entonces y critiquemos a las novias que se visten de Sissi con cicatrices abiertas.

De donde saca Pepa que las fiestas de debutantes son sólo para las chuchis para las que tienen pedigree, prontuarios y demás, si justamente se ha democratizado el derecho a debutar y hasta en el club Ñangapiry de Guahó debutan las hermosas hijas de los sargentos, suboficiales y albañiles de la zona. Y chochos se quedan todos.

Por qué bloquearles el derecho a ser princesas por una noche si Menchi Barriocanal andaba en esas cosas y nadie le cuestionaba. Otra cosa. Una noche en su vida los ñatos visten de smoking y moñitos. Por fin “i moñito’ipa los muchachos”. Pero ustedes no saben cómo se distribuye renta en esta sociedad inequitativa por la vía de la confección y alquiler de smokings.

¿Que mal le hace a nadie que tipos desdentados vistan de smoking? Es evidente que hay un resentimiento expuesto en lo que dice Pepa quien en una incoherencia notable con lo que ahora pregona, ha pretendido siempre ser como Sissi y para ello regaló su buen dinero a cirujanos plásticos de modo a quitarse un poco de aquí, lo que le sobraba allá para lograr una cintura sissiana para tratar de derrumbar infructuosamente el viejo dicho de: aunque se vista de seda, Pepa se queda.

Feliz otoño Pepa.

Pepe Acostawisky

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